¿Cómo alcanzar 300 km/h? Proteínas de co-estímulo

Trimero

Después de encender el motor con las llaves apropiadas, le damos al acelerador para que el coche empiece a rodar. En el caso de los linfocitos T, el acelerador (gas pedal) está mediado por la interacción de dos proteínas:

  1. CD28: Es una de las principales señales de co-estímulo expresada en las células T que no han visto antígenos. Cuando se une a CD80 y CD86 desencadena una cascada de señalización que favorece la activación de los linfocitos T, su supervivencia y la producción de citoquinas como IL-2.
  2. CD80 (B7.1) y CD86 (B7.2): Aparecen en células presentadores de antígenos como las células dendríticas.

Así, para empezar a funcionar los linfocitos T requieren de dos señales. La primera señal, es la interacción del TCR con el MHC que presenta un antígeno especifico y la segunda señal corresponde a la unión de CD28 con CD80 y CD86, también conocida como señal de co-estímulo.

Las aplicaciones clínicas de este apartado son muy interesantes. Algunos CARs (Chimeric Antigen Receptors) utilizan un dominio de CD28 para aumentar su capacidad citotóxica y de proliferación.

Mención especial requiere el anticuerpo agonista de CD28 teralizumab (TGN1412) desarrollado por la empresa TeGenero. En el año 2006, en el ensayo Fase I de TGN1412 un grupo de 6 voluntarios sanos desarrollaron falla multi-sistémica después de la administración intravenosa de teralizumab (Ver articulo en NEJM). El origen del cuadro clínico fue una tormenta de citoquinas desencadenada por la activación en masa e inespecífica de linfocitos T. Los pacientes sobrevivieron por la rápida intervención del equipo médico a cargo del estudio. La experiencia con TGN1412 constituye un recuerdo imborrable del poder (para bien y para mal) del sistema inmune.

Un coche que puede alcanzar 300 km/h de velocidad puede ser muy peligroso a menos que cuente con un buen sistema de frenos! En la siguiente entrada del blog discutiremos sobre las proteínas de co-inhibición (los frenos) de las células T. Hasta la próxima!

¿Cómo encontrar las llaves?

Trimero

Para encender el coche necesitamos las llaves. En el caso de las células T el sistema de arranque esta constituido por la interacción entre dos moléculas:

  1. Receptor de células T (TCR)
  2. Complejo mayor de histocompatibilidad (MHC) en las células presentadoras de antígeno. MHC dirige hacía las células T un antígeno que es reconocido por el TCR.

Llaves

Los antígenos tienen diferentes características. En el caso de los tumores pueden ser:

  • Antígenos asociados a tumor: Son proteínas producto de genes normales reconocidos por el sistema inmune cuando aparecen en cantidad anormal (HER2), en un sitio de la célula donde no corresponde (GP100) o en un estado del desarrollo diferente al habitual (AFP, alfafetoproteína)
  • Antígenos específicos de tumor: Son producto de genes mutados que pueden ser presentados por las proteínas del MHC y reconocidos por receptores de las células T del propio individuo. En los últimos años con los proyectos de secuenciación de varios tipos tumorales  (Tumor Cancer Genome Atlas) se ha hecho evidente que el número de neo-antigenos generados por las células tumorales es considerable. El obstáculo como siempre es encontrarlos en un paciente. Buscar una aguja en un pajar. Las llaves del coche en el sitio menos esperado.

Las aplicaciones terapéuticas de la interacción del TCR y el MHC que presenta un péptido tumoral son enormes. En otra entrada del blog discutiremos que son los CARs (Chimeric Antigen Receptors), la terapia celular adoptiva y las vacunas de neo-antígenos.

Pero además de encender el motor, las células T necesitan de una señal de co-estímulo para funcionar de manera apropiada. En el siguiente capítulo del blog discutiremos el acelerador que utilizan las células T. Hasta la próxima!